Antonio Reyes Montoya, tiene 27 años y es natural de Chiclana de la Frontera. Se cantaor por imposición paterna, quien le hacía escuchar a Antonio Mairena, lo que explica que debutara a los seis años de edad en Ojén, para más tarde, en 1983, participar en el Festival de La Parpuja de su ciudad natal, en el que compartió cartel con Fosforito, Camarón de la Isla y El Lebrijano, entre otros.

Poco después, el padre lo llevaba cada quincena a la academia de la jerezana Angelita Gómez, donde Manuel Morao le educó la voz con los cantes de Terremoto, La Perla de Cádiz y Juanito Mojama, con lo que, con tan sólo 8 años de edad, actuó en Jerez de la Frontera en aquellos Jueves Flamencos que organizaba el afamado guitarrista, siendo acompañado por el propio Morao.

En 1985 se alza con el primer premio de jóvenes en Fuengirola, y quedó finalista en el concurso de Mairena del Alcor con sólo 13 años de edad. Después viajó por Europa con la compañía de Paco Peña, hasta que pasó a la compañía de Joaquín Grilo.

Cumplido el ciclo formativo, en diciembre de 2000 ganó el Concurso Nacional Memorial Camarón, y al año siguiente consiguió el segundo premio de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas, sorprendiendo dos meses después en Córdoba con los premios nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol en el XVI Concurso Nacional de Arte Flamenco.

Premio Antonio Mairena y Caracol : Antonio Reyes    

El chiclanero de 25 años Antonio Reyes ha sido el mejor artista que ha pasado por el concurso. Su personalísmo metal de voz y su magnífica dicción le ayudaron a cultivar el melisma por seguiriyas y soleares. Habrá que seguirle la pista a este nuevo valor

Demostró entereza el gaditano Antonio Reyes. El triunfador del último Concurso Nacional de Arte Flamenco —obtuvo los premios Antonio Mairena y Manolo Caracol— interpretó con sentimiento las piezas que jalonaron su intervención, momento en el que los asistentes pudieron constatar la perfecta vocalización de este cantaor, figura que posee una de las voces más singulares del panorama flamenco.

Flamenco / ANTONIO REYES Y JEREZ EN FIESTA

De la feria de Jerez a Chiclana

‘FLAMENCO VIENE DEL SUR’

Ciclo: Flamenco viene del Sur / Recital de cante: Antonio Reyes, con la guitarra de Quique Paredes y la percusión de Diego Montoya / Fiesta: Grupo ‘Jerez por fiesta’, de Fernando Moreno, con Sonia García, Rocío Fernández, Taila Marín, Luis de Pacote, José Méndez e Isaac Moreno / Lugar y fecha: Teatro Central. 13 de mayo de 2003.

Dos estrellas

MANUEL MARTÍN MARTÍN

SEVILLA.- Hay relumbrones que hacen del flamenco un género sin significado estético ni valor jondo alguno, al punto que incluso el uso que suelen hacer del término es sencillamente insostenible y el vocablo deja de tener razón y sentido.

En cambio, nos encontramos con jóvenes que, a poco que se les den oportunidades, detentan cualidades sobradas para ligarnos a las formas artísticas heredadas, y propenden a una serie de percepciones que producen una suerte de reacción muy reconfortante hacia todo aquello que nos vincula al flamenco como patrimonio andaluz.

En esas coordenadas situamos a Antonio Reyes, un cantaor de gran valía al que la jefa de sala impidió que nuestro reportero gráfico sacara una instantánea y al que hicieron cerrar después de la bulla jerezana, algo incomprensible en un programador. Con todo, nos situamos ante un artista que ataja los estilos por su lado más complejo y que ha dejado en Sevilla tal regusto por lo bien hecho que, si las multinacionales no lo estropean, le va a permitir grandes cotas y ser alguien en el difícil mundo del flamenco, que diría el maestro Manuel Barrios.

Reyes se hizo acompañar por Quique Paredes, en cuya guitarra encontró la delicadeza, el ritmo y la magia suficientes como para encaramarse en la cima de su propuesta y sobrevolar con entereza, compás y hondura por aquellos matices que tanto subyugan a aquellos aficionados que no están sujetos al exclusivo acicate del consumo.

Desde esta óptica, el chiclanero templó las cuerdas de su garganta con la taranta minera y el taranto, en los que logró una cima considerable, para luego hacer volar su imaginación por alegrías y mostrar la fuerza de su gloria cantaora en las soleares de Alcalá y Cádiz, por las que introdujo un cante trianero de rango superior.

Extraordinario se manifestó por tangos, al tiempo que abría en surcos la ranciedad de su treno con las seguiriyas de condujeron hasta Jerez y Los Puertos. Ahí se acabaron los adjetivos. Aquí hay cantaor, pensaba el aficionado. Hizo más tarde bulerías y fandangos, pero con la seguiriya evidenció que Chiclana, tan cargada de tradición y arte, aporta ahora al panorama flamenco un cantaor joven con un crédito indiscutible.

Mas hasta llegar a la apoteosis de Reyes, tuvimos que soportar más de una hora de un atracón de bulla efímera. ‘Jerez en fiesta’ no estuvo a la altura, sobre todo las cantaoras, que nos trasladaron a una caseta del parque Jiménez Ontoria para engatusar a los turistas. Menos mal que José Méndez salvó al grupo por seguiriyas.

Antonio Reyes, el más firme flamenco joven, en el Central
(13-05-03)

MANUEL MARTÍN MARTÍN

SEVILLA.- El Teatro Central retoma esta noche la normalidad de la programación de ‘Flamenco viene del Sur’, y lo hace con la presencia de Antonio Reyes, el joven chiclanero que llega a este ciclo con la máxima garantía para quienes gustan del cante por derecho, ya que es el único cantaor que detenta en sus vitrinas los Premios Nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol, a más de ser el último triunfador joven que cuenta con el respaldo de las peñas flamencas y los festivales de verano.

Reyes se hará acompañar de la guitarra del sevillano Quique Paredes, y abordará su recital desde los estilos más complejos y fundamentales, tal que seguiriyas, soleares, malagueña y bulerías, entre otros, propuesta con la que quiere ganar en confianza y refrendar las expectativas que los cabales han depositado en él.

Antonio Reyes Montoya, tiene 27 años y es natural de Chiclana de la Frontera. Se cantaor por imposición paterna, quien le hacía escuchar a Antonio Mairena, lo que explica que debutara a los seis años de edad en Ojén, para más tarde, en 1983, participar en el Festival de La Parpuja de su ciudad natal, en el que compartió cartel con Fosforito, Camarón de la Isla y El Lebrijano, entre otros.

Poco después, el padre lo llevaba cada quincena a la academia de la jerezana Angelita Gómez, donde Manuel Morao le educó la voz con los cantes de Terremoto, La Perla de Cádiz y Juanito Mojama, con lo que, con tan sólo 8 años de edad, actuó en Jerez de la Frontera en aquellos Jueves Flamencos que organizaba el afamado guitarrista, siendo acompañado por el propio Morao.

En 1985 se alza con el primer premio de jóvenes en Fuengirola, y quedó finalista en el concurso de Mairena del Alcor con sólo 13 años de edad. Después viajó por Europa con la compañía de Paco Peña, hasta que pasó a la compañía de Joaquín Grilo.

Cumplido el ciclo formativo, en diciembre de 2000 ganó el Concurso Nacional Memorial Camarón, y al año siguiente consiguió el segundo premio de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas, sorprendiendo dos meses después en Córdoba con los premios nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol en el XVI Concurso Nacional de Arte Flamenco.

Pero la noche en el Central se clausurará con ‘Jerez por fiesta’, el grupo que comanda el guitarrista Fernando Moreno, sobrino del cantaor Luis el Elegante y discípulo de Rafael del Águila, aquel que recogió las enseñanzas de Javier Molina.

Moreno alcanzó la popularidad abriendo puertas a unos valores jerezanos que, aún conservando los rubores matinales en sus mejillas, demuestran que los jóvenes de Jerez tienen muchas cosas que decir en el flamenco, lo que explica que en 1998 creara ‘Al son de Jerez”, grupo que domina la bulería como pocos y que ahora, con las nuevas incorporaciones, ha pasado a llamarse ‘Jerez por fiesta’, todo un espectáculo que cuenta con la presencia de Sonia García, Rodío Fernández, Taila Marín, Andrés el Pescaílla, José Méndez e Isaac Moreno.

FLAMENCOS SIN FRONTERAS / ANTONIO REYES
(28-07-01)

El cante legítimo pide paso

Los premios nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol avalan a este cantaor que acaba de cumplir 26 años

MANUEL MARTIN MARTIN

CHICLANA.- El trabajo de los últimos meses no le ha permitido saborear los triunfos logrados. “Sigo siendo el mismo, corto de palabras y serio cantando, pero son muchos los compromisos y ahora tengo que aprovechar la racha”.

En efecto, el pasado jueves, después de catar con los suyos el sonoro triunfo cosechado el fin de semana en su tierra natal, celebró sus 26 cumpleaños quien está en posesión, desde el mes de mayo, de los Premios Nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol, algo “que todos sueñan cuando llegan a Córdoba, pero que casi ninguno logra, porque ganar el primero por unanimidad con la seguiriya, y el segundo por mayoría con la soleá, no está al alcance de cualquiera”.

Antonio Reyes Montoya, que así es su nombre, es natural de Chiclana de la Frontera y, como puede comprobarse, uno de esos pocos privilegiados capaces de vivir en la armonía severa del flamenco. Está en la convicción de que la levadura del futuro del cante se amasa con “paciencia y estudio”, pero se cuece “sabiendo elegir los modelos” para luego delinear con personalidad sus caracteres expresivos.

“Soy joven y no tengo prisas ni para grabar, estoy recogiendo el fruto de casi veinte años cantando”, asegura. Y es que Antonio se hizo cantaor por imposición paterna, quien le hacía escuchar a Antonio Mairena, lo que explica que debutara a los seis años de edad en Ojén, para más tarde, en 1983, participar en el Festival de La Parpuja de su ciudad natal, en el que compartió cartel con Fosforito, Camarón de la Isla y El Lebrijano, entre otros.

Poco después, el padre lo llevaba cada quincena a la academia de la jerezana Angelita Gómez, donde Manuel Morao le educó la voz con los cantes de Terremoto, La Perla de Cádiz y Juanito Mojama, con lo que, con tan sólo 8 años de edad, actuó en Jerez de la Frontera en aquellos Jueves Flamencos que organizaba el afamado guitarrista, siendo acompañado por el propio Morao.

En 1985 se alza con el primer premio de jóvenes en Fuengirola y, seguidamente da infinidad de recitales por distintas peñas de Andalucía, en especial las del entorno gaditano, para luego quedar finalista en el concurso de Mairena del Alcor con sólo 13 años de edad. “Después tenía que aprender el cante de atrás, así que viajé por Europa con la compañía de Paco Peña, con quien además realicé giras por América y Japón con ‘Misa Flamenca’, y luego debutamos en julio de 1999 en Córdoba con ‘Musa gitana’, y de ahí ya me llamó Joaquín Grilo, con quien trabajé en el Palau de la Música de Valencia”.

Cumplido el ciclo formativo, en diciembre de 2000 ganó el concurso nacional Memorial Camarón. Luego, ya en marzo de este año, consiguió el segundo premio de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas, y dos meses después, también en Córdoba, sorprende a propios y extraños con los premios nacionales Antonio Mairena y Manolo Caracol en el XVI Concurso Nacional de Arte Flamenco.

Ahora, el chiclanero degusta la gloria del vencedor y demanda para sí “el sitio que tanto me ha costado alcanzar. Y es que como decía Demócrates, los jóvenes son como las plantas: por los primeros frutos se ve lo que podemos esperar para el porvenir.